Si de pasta se trata, no podíamos perdernos Evelia, la última joya del chef Máximo Tognis. Este restaurante es muy cool y tiene una onda única que te hace sentir como en casa desde el minuto uno.
La decoración es un 10: todo cuidado al detalle, con un toque moderno y sofisticado, ideal para una cita romántica en sus mesas redondas o para un plan más relajado con amigos en las mesas cuadradas.
¿Y la pasta? 100/10
Agnolotti de carne: riquísimo, aunque nos quedamos con ganas de un relleno un poquito más sabroso. Pero la presentación, el punto de la pasta y la salsa, todo impecable.
Raviol de zapallo: ¡la estrellita de la noche! Un favorito total. Gratinado, tierno, ¡y con un sabor de otro mundo!
Profiterol: lo que todos dicen, es tan bueno como prometen. Un postre que no podés dejar de pedir.
Ah, y ojo, ¡reservamos con 3 meses de anticipación!
El precio fue bastante razonable por todo lo que probamos ¿Vale la pena? Totalmente. Evelia es una de esas experiencias gastronómicas que no te podés perder.